sábado, 17 de mayo de 2008

El ciclo echa el telón con dignidad

El Barça cerró su calamitosa temporada con dignidad, que no es poco visto lo visto. El equipo que hace justo dos años se coronó campeón de Europa alivió sus penas a base de goles y despidiendo a Rijkaard, al menos, con una pequeña sonrisa. El 3-5 inútil de la Nueva Condomina puso la rúbrica al fin de un ciclo que estaba llamado a mandar en el viejo continente durante años y que se emborrachó de éxito sin sentido. Parece mentira.

Un 17 de mayo de 2005 el Barça alzó al cielo parisino su segunda Liga de Campeones. Dos años después, que no es tanto ni mucho menos, el Barcelona fue castigado con un 'amistoso' que culpa el presente y los vicios. Ese rodillo protagonizaba un partido que cerraba una temporada calamitosa.

Aunque sólo fuese por Rijkaard, el Barça, al menos, fue digno. El holandés es el que menos se merece la pesadilla sufrida. El alivio para este equipo es precisamente que todo ya se ha acabado. Algo parecido le pasa al Murcia. El objetivo del regreso a la máxima categoría ya está en la cabeza de Clemente, director del retorno, y en la entidad.

Al menos vimos goles. El Barcelona aprovechó las facilidades concedidas y pudo protagonizar una goleada de época. También pudo recibir bastantes más tantos, todo hay que decirlo. La puntería local y Pinto tuvieron mucho que ver, aunque el Murcia acabase celebrando hasta tres goles.

A buenas horas...

El Murcia arrancó con una motivación de la que pasó el Barça y le sirvió para abrir el marcador. Iván Alonso mandó un balón al larguero, probó a Pinto y Ochoa firmó el primero de cabeza en el enésimo regalo culé a balón parado. El Barcelona se hizo con el cuero tras la desventaja y ya no lo soltó. Remontó el tanto recibido en tres minutos y disfrutó con el toque.

Etoo y Henry no desaprovecharon los detalles del Murcia. Más tarde, Giovani puso el tercero en el marcador finalizando otra buena jugada colectiva. A buenas horas pensaría el barcelonismo.

Repartiendo caramelos

El paso por vestuarios nada cambió la tónica del asunto. El Murcia comprobó que por mucho final de ciclo los culés destrozan a a cualquiera si les dejan pensar dos horas. Giovani no dejó pasar la ocasión para, quien sabe, coger confianza de cara al futuro. El mexicano marcó dos tantos más y colocó la 'manita' en la Nueva Condomina. Luego, la historia es bien fácil. El Barça se relajó, Pinto se exhibió y el Murcia decoró la goleada con tantos de Iván Alonso desde los once metros y Abel de libre directo.

Rijkaard siguió regalando alegrías antes del final. Los canteranos Fali y Rueda cumplieron su sueño de debutar con el primer equipo por obra y gracia de Frank. El detalle del holandés no debe quedar en saco roto. Sonó el pitido final y el barcelonismo suspiró. Se acabó la película de terror del año y, también, se finiquitó la historia de Rijkaad en el banquillo culé. Se va un señor y un entrenador que, pese a quien pese, ha hecho historia. Suerte, caballero.

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