El Real Madrid falló esta vez en la conquista de Roma ante un rival italiano hasta la médula. En otras circunstancias, un 2-1 fuera de casa en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones podría considerarse un buen resultado. No los fue tras lo acontecido durante los noventa minutos.
Mancini, el más peligroso de la Roma, se fue por la izquierda para asistir hacia atrás. Heinze llegó a despejar como pudo y Pizarro, totalmente solo, llegó desde segunda línea de remate para fusilar a Casillas con un disparo que tocó en Gago antes de llegar a las redes. Pese al contratiempo sufrido, el Madrid no se desesperó y siguió tocando en busca del segundo. El único problema era que Guti estaba demasiado tapado y le tocaba a Diarra asumir responsabilidades para las que no está preparado. Con el africano cerca del área, el Madrid empezó a perder claridad en los ataques mientras desperdiciaba alguna buena aproximación para ponerse por delante.
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